jueves, 20 de enero de 2011

viernes, 14 de enero de 2011

Cuando dejas tu Ancla atrás- Entrada muy triste

La ignorancia a veces no entiende que dejar la senda del maltrato no es tan fácil como parece o como les parece a los demás. Es muy fácil decir "sólo tienes que dejarlo".

Está claro que cada mujer es una situación y una persona diferente, no se trata de cuestiones de fortaleza, ni de educación, ni su madurez. Incluso hay ocasiones que ni siquiere el soportar tiene relación con tener o no hijos. Intervienen numerosos factores de toda índole, no podría enumerarlos, mis conocimientos en todos los niveles son todavía muy pobres. No conozco con exactitud la opinión de cada una de las ramas que envuelven a la violencia de género (Derecho, Psicología, Educación) y lo cierto es que existen estudios, pero como digo, todavía estoy muy verde en este tema. Me encantaría  que el día de mañana pudiese dar mi aportación formal y ayudar a otras mujeres. Me gustaría hacerlo desde el conocimiento íntegro de cada uno de los mecanismo, conocer sus raíces para poder tratar sus ramas. Poseo una experiencia, pero no quiero dar mi ayuda como una víctima que ayuda a otra víctima. Ya no me siento víctima, aunque a veces, cuando recuerdo determinados episodios, no puedo evitar emocionarme como espectadora de mi propios recuerdos. Y a veces no puedo evitar volver a sentir como si de una regresión se tratase.

Todavía hoy hago balance de todo lo que he perdido en mi barco, valoro cada cosa que conseguí mantener a flote en cada uno de los naufragios, pero a veces no es suficiente. Esto es una lucha constante, conmigo misma y a veces cuesta mucho luchar contra la apatía y la tristeza, que se empeñan una y otra vez en llamar a la puerta. El maltrato te deja muy tocada como persona, ya no como madre, ni como pareja, si no como ser individual.

Sientes que has fallado en la co-responsabilidad de mantener a flote una familia, de procurarle un padre ideal a tus hijos, que le has fallado a tu libertad por que en algún momento la extraviaste y te dejaste encadenar. FRACASO. Es la palabra que se deposita invisiblemente en tu interior. Tener niños con tu maltratador te ata de por vida a él, cada visita al Punto de Encuentro Familiar, es una lucha. Cada día en el que piensas que tu hijo va a quedarse a solas con él es un infierno. Y quizás este padre no le haya hecho nada a su hijo y pregunto: ¿Quién me asegura a mí que no utilizará a mi hijo como títere para tratar de seguir ejerciendo su poder destructivo? . Un maltratador es un enfermo que no recibe tratamiento en esta sociedad actual.

La colocación de la venda en los ojos al símbolo de la Justicia fue un acto muy acertado. La Justicia ha avanzado a pasos agigantados en cuanto a la violencia de género, pero todavía queda mucho por hacer. A todos nosotros, nos queda tanto por hacer. Quizás yo, a pesar de ser joven,  no llegue a verlo. Quizás mi hijo y yo tengamos que servir de conejillos de indias para que las siguientes y sus niños tengan una herencia más abundante. Y sé que queremos más y que siempre pedimos más, pero es que sólo tengo una vida y pertenezco a esta sociedad, por lo tanto mi vida también cuenta. Me ha costado mucho volver a dibujarme en este mundo, después de haber desaparecido del todo. Cada día de lucha es un día de energía gastada y hay épocas, en que a veces te sientes cansada. Menos mal que siempre pasa y cada época es una reafirmación de que vas por el buen camino.

La canción de Manuel Carrasco "Que nadie" es un reflejo muy fiel de como te sientes cuando ya estás hundida: "se engancho a la pena, se aferro a la soledad, ya no mira las estrellas, mira sus ojeras, cansada de pelear...esperando a que vuelva su dignidad". Aunque pase el tiempo hay momentos en que te sientes vacía y en stand by, esperando a que llegue algo, sin saber muy bien el qué.

He estado leyendo un artículo sumamente interesante: "La Violencia de Género. Entre el concepto jurídico y la realidad social." de María Luisa Maqueda Abreu. Catedrática de Derecho Penal. Universidad de Granada. Os va a ser de mucha utilidad. O al menos eso espero.

Hoy Viajera, está algo cansada. Mañana será otro día.